Se trata de un tipo particular de uso sexualizado de sustancias, vinculado a la cultura sexual LGTBI+.
El término chemsex, de origen británico, surge de la fusión de las palabras chems (derivada de chemicals, como alusión a las drogas) y sex (sexo). Este fenómeno se caracteriza especialmente por ser intencional y por dar lugar a largas sesiones de sexo, que pueden prolongarse durante muchas horas, o incluso varios días.
El chemsex es más prevalente en las grandes ciudades, pero también es común en los destinos vacacionales más populares entre personas LGTBI+. En España, las personas que practican chemsex se refieren al mismo con términos de argot como: sesión, colocón, lío, guarrichill, etc.